La Comuna de Bigand se suma a las conmemoraciones por un nuevo aniversario de la Guerra de Malvinas, que se cumple este 2 de abril. Ya han transcurrido 36 años de una guerra incomprensible y trágica, que dejó un saldo doloroso de 649 víctimas, otros centenares de excombatientes marcados por el trauma de la posguerra y las dificultades de reinsertarse socialmente, y una herida profunda en todos los argentinos, que seguimos contemplando con impotencia la descarada intromisión de una potencia imperial en nuestro territorio nacional, demostrando en pleno siglo XXI una actitud colonialista inaudita que el mundo no condena.
Malvinas fue y es una causa de estado, por la cual nuestro país debe luchar en los canales y por las vías diplomáticas que correspondan, ya que es fruto del avasallamiento imperialista de Gran Bretaña, que ha desconocido la soberanía argentina sobre las islas, basado en intereses económicos y territoriales que desconocen el derecho internacional y la autonomía de las naciones; las Malvinas deben ser Argentinas, hay sobrados motivos geopolíticos, históricos y sociales que lo avalan.
La Guerra de 1982 es el reflejo más crudo y desquiciado de una dictadura en decadencia, que se enfrentaba entonces a una sociedad que, tras años de silencio y pasividad impuestos desde el terror, la represión y el disciplinamiento forzado, comenzaba a evidenciar malestar y repudio hacia el régimen. En este contexto, la causa Malvinas fue parte de una estrategia política, que contó con el aval y la complicidad de medios de comunicación, que apuntaba a realzar la imagen social de la dictadura y los jerarcas militares, uniendo a la ciudadanía en torno a una demanda legítima. Así la empresa bélica encarada por los militares despertó la solidaridad, el orgullo y el fervor patriótico de un país entero, que creyó que la recuperación de las islas era posible, más allá de que el tiempo dejó en evidencia que era una operación imposible, por la superioridad británica a nivel tecnología, armamento, preparación profesional de los soldados, entre otros. Luego descubrimos la falta de planificación, la mala conducción, las irregularidades y las atrocidades cometidas en torno a la guerra por aquellos que comandaban una dictadura que llegaría pronto a su fin.
Hoy queremos homenajear y seguir bregando por la reparación histórica y el justo reconocimiento de los soldados argentinos que fueron obligados a ser parte de la guerra, en su mayoría jóvenes con un futuro por delante, con sueños y proyectos de vida, que en las peores condiciones, con pocos recursos y escasa preparación, demostraron heroísmo, le pusieron el cuerpo y dejaron la vida en muchos casos, conscientes de que el honor y la soberanía de la patria estaban en juego.
Como cada año, desde la Comuna nos unimos en la memoria de los caídos y adherimos al reclamo firme de justicia amparados en una clara convicción: Las Islas Malvinas son y deben ser Argentinas!
